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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Escribiendo a cuatro manos

A veces cuando decidimos escribir para los demás no nos damos cuenta de que estamos escribiendo un libro paralelo que trata sobre uno mismo.

El oficio de la literatura tiene dos vertientes. Cuando uno se decide a afrontar un hoja en blanco para mancharlo de salpicaduras de tinta más o menos ordenadas (o de ceros y unos, en el caso de los autores más geeks), consciente o inconscientemente (dependiendo del autor) también se emprende la escritura de otra historia que no va a ser publicada, que no podrá ser leída exclusivamente por ojos sino a través del filtro de otros sentidos.

Escribir cualquier cosa conlleva escribir una autbiografía que acompañará por siempre toda nuestra producción. Una autobiografía falseada, llena de exageraciones, mentiras, claroscuros e imposturas, que va a ser la imagen como autor que pretendemos (o no) dar a los demás.

Y creedme cuando os digo que esa autobiografía puede ser más importante de lo que parece. Incluso más importante de todo cuanto escribáis explícitamente.

Al teclear estas líneas yo mismo soy más o menos consciente de esas líneas invisibles que también voy dejando por todos los sitios y que me describen de alguna forma. Vosotros, máquinas cotillas por naturaleza, no sólo leéis mis ideas sino que os formáis una juicio de cómo soy yo en base a mis ideas, en un juego de espejos que ni el callejón del Gato de Valle Inclán.

Cuando escribo, pues, intento en lo posible controlar lo que el lector puede pensar de mí. Otras veces sencillamente me importa un comino, y entonces le doy a la tecla visceralmente, sin ataduras. Pero la mayoría de veces tengo sobre mi hombro un disciplinado asesor de imagen.

Algunos autores logran prescindir de estas servidumbres psicoemocionales-metaliterarias. Es el caso de Thomas Pynchon. Otros, sin embargo, se aprovechan de ellas para seducir al lector no tanto por lo que escriben sino por él, por quien lo escribe.

Para ello no es necesario proveerse de transplantes capilares, postizos de silicona o lentillas de colores para lucir bien en la foto de la solapa (aunque ayuda). Los ardides empleados por muchos son todavía más maquiavélicos, y también menos evidentes.

Thomas Chatterton, que hizo pasar sus poemas por los de un monje medieval y terminó quitándose la vida tras ser descubierto.

En 1991, la crítica celebró unánimemente los poemas de un desconocido autor japonés, Araki Yasusada, supuesto superviviente de la bomba de Hiroshima. Más tarde se descubrió que era una invención de Kent Johnson, un humilde profesor de Illinois. Lo mismo ocurrió con un escritor suizo, Benjamín Wilkomirski, que se hizo pasar en 1995 por un hombre que había nacido en un campo de concentración nazi, publicando una obra que conmocionó a los lectores: Fragmentos.

En ocasiones, no importa si uno quiere limitarse a ser un autor y nada más. Los poetas australianos Harold Stewart y James McAuley, a finales de 1940 quisieron ridiculizar la poesía experimental componiendo poesía de la siguiente forma: “con la ayuda de un diccionario de rima, pedazos de Shakespeare y un manual del ejército para el combate de mosquitos”. La crítica se lo acabó tomando en serio y el poeta inventado, Ern Malley, alcanzó la gloria.

Ser escritor es como ser otras cosas. El envoltorio del caramelo cuenta. Como Starbucks, que abre cada vez más franquicias aunque el café que expiden es rematadamente malo. Ser escritor es, ante todo, ser el protagonista de tu novela. Y si no se te da bien, siempre puedes contratar a un actor para que se haga pasar por ti en los actos públicos.

Como aquella ama de casa llamada Laura Albert, que habida cuenta de que sus novelas no parecían seducir a las editoriales, inventó a un autor para ellas: un adolescente chapero de barriada llamado J.T. Leroy que fue adulado por la crítica norteamericana hasta que se descubrió que en realidad él no había escrito ni una sola línea.

'El misterio de Layton Court', un misterio t�picamente ingl�s

Para ser Septiembre, el mes que más novedades literarias nos ofrece, la verdad es que aún no me he puesto mucho las pilas. Para compensar, os traigo uno de estos libros que tanto me gustan a mí. Ya sabéis, un libro con un crimen sin solución aparente, un detective, y una mansión en medio de la campiña inglesa. Casi nada. Se trata de El misterio de Layton Court de Anthony Berkeley, está editado por Lumen y el precio de venta al público es de 20,90 euros.

Como buena novela de misterio, comienza con una invitación. Victor Stanworth, el perfecto caballero inglés, invita a unos cuantos amigos a su mansión, Layton Court, para que pasen unos días con él. Pero una aciaga mañana, Stanworth aparece muerto en la biblioteca, y nadie puede concluir si se trata de un asesinato o un suicidio. Por suerte, entre los invitados se encuentra el detective Roger Sheringham, que aceptará gustoso investigar la misteriosa muerte. A partir de aquí, ya os podéis imaginar: sospechas, secretos ocultos, y, oh sí, muchas tazas de té.

Considerado como uno de los mejores escritores británicos de la Edad de Oro de la novela de misterio junto a Dorothy L. Sayers o Agatha Christie, Anthony Berkeley Cox nació en 1893. Escribió sus libros bajo varios seudónimos, aunque siempre sobre el mismo género policial. Su personaje más famoso, el detective Roger Sheringham, protagonizará una serie de novelas que Lumen ha decidido recuperar para nosotros dedicándole una colección. Sirvió en la I Guerra Mundial, y luego se dedicaría al periodismo para diversas publicaciones inglesas, ocupación que compaginó con su vertiente literaria. Murió en 1971 y sus obras se siguen reconociendo por su habilidad para urdir misterios en unas novelas clásicas espléndidamente construidas.

No es una novedad que el rollo británico de época me conquista el corazoncito. La apunto como pendiente de lectura, pero es que ya me estoy imaginando la mansión rodeada por la lluvia, el té de las cinco, y unos invitados que ocultan más de lo que parecen. No es novedad tampoco que suelen gustarme muchísimo los libros de Lumen, por lo que esta novela no creo que tarde mucho en vivir en mi estantería. Y ahora que han empezado las lluvias otoñales cuesta mucho menos meterse en el papel. Eso sí, sin asesinatos cerca, por favor…

'Hilos de sangre', de Gonzalo Torn�, ganadora del Premio Ja�n de Novela

El pasado día 17 de Septiembre se hacía público el fallo de los tradicionales Premios Literarios Jaén 2010, que va ya por la XXVI edición. Estos premios, que están auspiciados por CajaGranada y Random House Mondadori, se entregan en tres modalidades: novela, poesía y narrativa juvenil. Nada menos que 615 manuscritos entre las tres categorías han participado en esta convocatoria, que ya es decir… Hay que recordar que aunque se han hecho públicos ahora, no se entregarán hasta Noviembre, en lo que se ha convertido en una de las citas con la cultura más importantes de Andalucía.

Así, Hilos de sangre de Gonzalo Torné ha sido la elegida como mejor novela, un premio dotado con 24.000 euros. El título hace referencia a una familia, los Montsalvatges, y retrata la posguerra a través de la investigación que Clara hace de su propia familia. Una visión de una guerra pública, la que acaba de vivir el país; y una privada, la de un matrimonio que se rompe y comienzan una nueva vida. El jurado ha destacado, sobre todo, el talento narrativo de su autor, así como su visión de la Guerra Civil en absoluto idealizada.

El premio de poesía ha sido para La hora de irse, de Juan Vicente Piqueras Salinas, que ahonda en la frágil línea que separa la vida de la muerte. Por otra parte, el premio en la modalidad de narrativa juvenil ha sido para Vida de un Elfo, de Francisco de Paula Pérez de la Parte, en la que el autor recrea todo un mundo fantástico, con sólidos personajes y una cuidada ambientación. Ambos galardones están dotados con 15.000 eurillos de nada… Eso sí, al ser tres categorías diferentes, también nos encontramos con jurados diferentes, y estos han estado integrados por gente tan dispar como Marcos Giralt, Rodrigo Fresán, Rafael Ábalos, Javier Negrete o Francisca Aguirre.

Por supuesto, aún queda un poco para que podamos ver los libros en las librerías, pero todos ellos estarán publicados por Random House Mondadori, al igual que otros años. El compañero Fausto ya nos ofreció en su día una reseña de la novela ganadora el año pasado, La ciudad feliz de Elvira Navarro y quedó bastante contento, por lo que estaremos atentos a su próxima publicación. Desde aquí sólo nos queda felicitar a los felices (suponemos, je je) ganadores y desear que lo disfruten con salud.

Don Winslow presenta 'El invierno de Frankie Machine' y responde a todas tus preguntas

Hoy os traigo sin duda una de las publicaciones más esperadas de este mes de Septiembre lleno de novedades, de esas que no dejan respiro y te mantienen pegado al asiento, leyendo página tras página. Se trata de El invierno de Frankie Machine, segunda novela que publica en España Don Winslow, después del gran éxito, a todos los niveles, que obtuvo con El poder del perro. La publicación corre en esta ocasión a cargo de Ediciones Martínez Roca y lo podemos encontrar desde el pasado día tres a un precio de 18,90 euros. Además está de visita en nuestro país, por lo que en estos tres días preparaos para tenerlo hasta en la sopa.

Lo que nos cuenta el bueno de Don en ‘El invierno de Frankie Machine’, escrita originalmente en el año 2006, es la historia de Frank, típico hombre tranquilo. Tiene sesenta y dos años y vive en la costa de San Diego, donde regenta una tiendecita y se comporta como un auténtico caballero. Tiene sus manías, o costumbres, y es un apasionado de la ópera, donde acude con su novia Donna, que perfectamente da a entender que también le encanta, aunque sólo sea por tenerlo contento. Esas noches suelen acabar en un buen restaurante, donde Frank no escatima para hacer pasar una gran velada a Donna. Mientras, su hija Jill estudia medicina en UCLA con un futuro más que prometedor. Y así transcurre la tranquila vida de Frank, intentado ayudar a todo el mundo. Pero todo esto es demasiado bonito para ser verdad, y además no tendríamos novela…

Y es que, cuando su hija cae en manos de la mafia, todo cambia. Sale a la luz entonces el oscuro pasado de Frank, al que conocen en la propia mafia como Frankie Machine, o sea, Frankie el Máquina, toda una leyenda. Resulta que el buen hombre era un antiguo mafioso retirado que intentaba descansar de ese mundo, pero claro, si te tocan a la familia… mejor no haberle conocido nunca.

Portada de 'El invierno de Frankie Machine'

No podéis negar que la historita promete, y es que Winslow es un auténtico especialista en contar historias mafiosas con todos sus entresijos al descubierto. Él mismo asegura que no le ha hecho falta hablar con nadie del mundillo, ya que creció entre bandas mafiosas y sólo ha tenido que basarse en lo que veía con sus propios ojos y en la prensa. El éxito de esta novela ha sido abrumador, y tanto la crítica como el público han caido rendido a sus pies, destacando su maestría a la hora de mantenernos en tensión y un excelente final. Además, incluso Robert de Niro ya se ha hecho con los derechos para trasladarlo a la gran pantalla, en una película que protagonizará él mismo y dirigirá el excelente Michal Mann.

Con tanta expectación, Martínez Roca no ha querido quedarse atrás, y ha puesto a nuestra disposición una página web en la que encontraremos más información e incluso los primeros capítulos de la novela. Un aviso: no empecéis a leerla si no queréis quedar enganchados. Pero esto no es todo, ya que como mencionaba anteriormente, Don Winslow está en nuestro país, y entre los muchos actos y entrevistas, voy a destacar un par de ellos: por un lado, esta tarde a las cinco tendrá lugar un encuentro digital en la página de Antena3, donde ya podéis ir enviando vuestras preguntas; por el otro, hoy mismo también, pero un poquito más tarde, a las siete y media de la tarde, estará en La Casa del Libro de la Gran Vía de Madrid, acompañado por el gran Lorenzo Silva, en un acto que servirá como presentación del libro y como pistoletazo de salida de Getafe Negro, festival que tendrá lugar el próximo mes de Octubre y del que os hablaremos en su momento.

Así que ya sabéis, si tenéis ocasión de acercaros a Madrid, no dudéis en hacerlo, y si como es mi caso, os pilla un poquitín lejos, pues no desesperéis, afilad los colmillos y enviad vuestra pregunta a través de internet. He de reconocer que el género mafioso no suele estar entre mis lecturas habituales, pero cualquiera que empiece a leer este libro se dará cuenta que este hombre sabe lo que hace y de lo que habla. Y es que mucho me temo que no voy a parar hasta saber el final de la historia… Yo ya estoy contagiado, a ver cuánto tardáis vosotros.

Publicaciones peri�dicas para ni�os en la Biblioteca Nacional de Espa�a

En el blog de la Biblioteca Nacional de España encuentro una interesante recopilación de publicaciones para niños, desde el inicio de la prensa escrita infantil, allá por 1798. Unos ejemplares que poco tienen que ver con lo que conocemos hoy por revistas para niños.

Mucha letra y poca ilustración, mucho adoctrinamiento, especialmente religioso, mucha historia… Hasta que poco a poco se van abriendo paso los dibujos, los pasatiempos o las primeras viñetas hacia 1870.

Los fondos de la Biblioteca contienen numerosos y curiosos ejemplares de revistas infantiles de todas las épocas, en castellano, desde sus orígenes.

  • La primera publicación periódica pensada para la infancia es la titulada ‘La Gazeta de los niños’, que carecía de ilustraciones y su finalidad era marcadamente educativa.
  • ‘El Mentor de la infancia’: periódico de los niños por una sociedad de padres de familia (1843-1845), un periódico con ilustraciones que salía los domingos y que es considerado la segunda publicación creada para los niños. Los textos iban acompañados por grabados, sobre todo de distintos juegos infantiles.
  • ‘La Educación de los niños: publicación pintoresca’ (1849-1850). Dice su creador Francisco Morales de Castilla: “Nosotros creemos que esta clase de obras deben disponerse de un modo tal que concilie sin la menor fatiga el interés del espíritu y la distracción de la fantasía”.
  • ‘El faro de la niñez’: enciclopedia general de instrucción primaria, moralidad y recreo infantil: es la publicación oficial de la Sociedad de Socorros Mutuos de Instrucción Pública (1850-1851), un tipo de prensa de “educación”, con diversidad de formatos literarios, y siempre con un fin moralizante.
  • ‘El Instructor: periódico de enseñanza popular, dedicado a los niños de ambos sexos’ (1852-1856): una publicación peculiar que trataba de enseñar no sólo a aquellos niños que acudían a las escuelas, sino también a los que no podían acudir a ellas. Reunía todo tipo de enseñanzas: historia, religión, mitología, lectura, escritura, gramática…
  • ‘Flor de la infancia: periódico de niños’ (1868), periódico centrado en la enseñanza religiosa.
  • ‘Los Niños: revista de educación y recreo’ (1870-1872), utiliza las primeras viñetas con gran expresividad gráfica y vinculación entre ellas para contar historietas.
  • ‘La primera edad’ (1873) se idea para llegar a los niños más pequeños, con una lectura escogida, amena, moral e instructiva, además de ilustraciones y figurines para las niñas y sus muñecas.
  • ‘La Ilustración de la infancia: revista tipo-autógrafa de educación y recreo’ (1877-1879), esta publicación tiene la curiosidad de que algunos de los relatos están manuscritos y así se han impreso junto a la letra de imprenta. Ofrecía relatos, cuentos, fábulas con ilustraciones…
  • ‘La Niñez: revista de Educación y Recreo’ (1879-1882), ofrece la alternativa a “la árida lectura del libro didáctico”, mediante una enseñanza más amena de la moral religiosa, y las buenas costumbres, ilustrándose con grabados xilográficos.
  • ‘El Amigo de la infancia: periódico ilustrado’ (1880-1932), cuidó especialmente de la formación del niño con un lenguaje claro y directo. Había una sección didáctica, otra llamada “Nuestra correspondencia”, que recibía cartas y pequeñas contribuciones de los niños y un espacio para el humor y los juegos de ingenio.

Éste es el catálogo de publicaciones para niños que encontramos en la BNE, y algunas de ellas ya se pueden consultar en la hemeroteca digital (‘Álbum de las familias’, ‘Museo de los Niños’ y ‘Educación pintoresca’). Espero que pronto se vayan sumando otras revistas a la digitalización, porque son muy curiosas y quién sabe, tal vez podamos aprender algo de ellas.

Lo que seguro sí aprenderemos gracias a esta pequeña historia de las publicaciones periódicas para niños es que los tiempos han cambiado una barbaridad, y que lo que los niños de otra época disfrutaban hoy ni siquiera llamaría su atención.

‘M�s all�de las imposturas intelectuales’ de Alan Sokal: para saber por qu�sabemos

El profesor de Física de la Universidad de Nueva York y de Matemáticas en el University College de Londres Alan Sokal perpetró en 1996 una de las bromas más ingeniosas y punzantes que yo haya leído en mi vida: la de Social Text.

Social Text es una reputada publicación de humanidades. Una publicación en la que participan intelectuales de talla. Que es leída por intelectuales, docentes, estudiantes y gente que intelectualmente está muy motivada. Sin embargo, Sokal logró colarles un artículo largo, denso y, en apariencia, muy erudito que, en realidad, era una sarta de tonterías sin sentido, lleno de ignorancia científica y de argumentación ilógica.

El artículo fue alabado por muchos intelectuales. Obviamente, todos ellos, y también los responsables de Social Text, usaron sus palabras más gruesas para criticar el proceder de Sokal. Pero Sokal sólo pretendía evidenciar que entre las disciplinas de humanidades hay mucho pomposo que habla raro para fingir que piensa inteligentemente y, además, tiene la deshonestidad de introducir conceptos científicos (la mecánica cuántica es el favorito) sin tener la menor idea de lo que está diciendo.

Sokal también dedicó un libro entero a evidenciar muchos de estos signos en textos de autores consagrados como Derrida o Lacan: Imposturas intelectuales, que ya reseñé en su día.

Ahora, Sokal regresa con un libro más gordo, más denso, más guerrero, en el que nos permite leer su artículo falso al completo, poniendo de manifiesto todas las trampas que empleó; y además se dedica a destronar a una nueva colección de intelectuales aparentemente eruditos. También dedica un buen puñado de páginas a aclararnos qué demonios es la Verdad, la verdad, la objetividad, el método científico y demás.

Cuando la gente afirma cosas como que la ciencia no puede explicarlo todo, que la ciencia dirá eso pero yo opino lo otro, que la ciencia no es la única verdad, que la verdad no es objetiva, que todo se puede discutir o es subjetivo y demás lugares comunes (generalmente de bar o de facultad de humanidades), generalmente la gente pone de manifiesto un cacao mental epistemológico que difícilmente puede aclararse con una reseña como ésta.

Sin embargo, si queréis ahorraros las lecturas de Quine, Kuhn, Feyerabend o Popper, y acceder a una obra que exponga las principales ideas de todos ellos, las contraste, y por el camino, os desarrolle una visión general y accesible de epistemología para, al menos, entender la fuente de la mayoría de confusiones (mayormente las diferencias entre ontología, epistemología, sociología del conocimiento, ética individual y ética social), entonces no debéis perderos Más allá de las imposturas intelectuales.

Sokal también argumenta lo pernicioso que resulta (sobre todo a nivel político) que crezca la idea del relativismo cultural o posmoderno del “todo vale”. No sólo porque no es así, sino porque resulta de todo punto irresponsable dar pábulo al pensamiento desiderativo, la superstición y la demagogia por encima de la evidencia, la lógica y la argumentación.

El texto es largo y denso, lo advierto. Os recomiendo que accedáis a él sólo si estáis muy motivados. Pero, por otro lado, os garantizo que su lectura os permitirá aclararos un buen puñado de lugares comunes que los intelectuales que hablan raro os han introducido arteramente en el cerebro.

Considérese el siguiente experimento mental. Supongamos que un gienecillo laplaciano nos proporcionara toda la información imaginable sobre la Inglaterra del siglo XVII que pudiera calificarse de sociológica o psicológica: los conflictos entre los miembros de la Royal Society, todos los datos sobre producción económica y relaciones entre clases, etc. Incluyamos también documentos que se destruyeron posteriormente y conversaciones privadas que nunca fueron grabadas. Añadámosle un ordenador gigante y superrápido que procese toda esta información. Pero no incluyamos ningún dato astronómico (tales como las observaciones de Kepler y Brahe). Ahora, intentemos “predecir” a partir de estos datos que los científicos aceptarán una teoría en la que la fuerza gravitatoria disminuye proporcionalmente al cuadrado inverso de la distancia, y no con respecto al cubo inverso. ¿Cómo sería posible hacer semejante predicción? ¿Qué tipo de razonamiento podría utilizarse? Parece obvio que este resultado no se puede “extraer” sencillamente de aquellos datos.

Itinerarios, una nueva colecci�n de gu�as de viaje muy particular

Era uno de los desfiles más esperados, una de las firmas que a las jóvenes más les gustan: Ailanto. Los hermanos Aitor e Iñaki Muñoz nos han presentado una colección cargada de flores, motivos vegetales, al más puro estilo La Casa de la Pradera y que me recuerda mucho a la firma Naf Naf.

El mono es una de las prendas protagonistas. Me encantan porque son muy cómodos en cualquier época del año. Un gran acierto. Y también hay lugar para los vestidos transparentes y drapeados, que ponen un toque romántico a la colección, tallados en tejidos recortados y pespunteados.

Ailanto Pasarela Cibeles Primavera-Verano 2011

Destacan los looks relajados, naturales y sencillos a través de flores difuminadas muy amontonadas, plumas de codorniz y elementos vegetales en tonos pastel, siluetas de pequeñas cometas dibujadas sobre un fondo punteado y sutiles puntitos como huellas de rocío o el rastro de caracol, dibujados en purpurina.

Ailanto Pasarela Cibeles Primavera-Verano 2011

Pero a pesar de ser un estilo tranquilo, que casi pasa desapercibido, hay lugar para los looks sexys, que los vemos en piernas y espaldas descubiertas y culottes y mini pantalones.

Ailanto Pasarela Cibeles Primavera-Verano 2011

¿Los colores? Frambuesa, verde musgo, marrón barro, rosa empolvado, piedra mojada, gris ceniza y humo, melocotón….todo muy veraniego y relacionado con la naturaleza.

Ailanto Pasarela Cibeles Primavera-Verano 2011

En cuanto los detalles, las plumas han sido las protagonistas, tanto en las prendas como en el pelo con pasadores de plumas, fresas y tréboles dorados.

Ailanto Pasarela Cibeles Primavera-Verano 2011

En cuanto a los complementos, lo que no me ha gustado nada han sido los calcetines con las sandalias de ante, como si en verano hiciera frío. Ante, avestruz y cuero lavado se usan para los accessorios de piel.